Provincia de Lleida


Sant Simeó de Tavascan
(Lladorre, Pallars Sobirà)

42º 38,653'N ; 1º 15,429'E     




A escasos metros de la confluencia de los ríos de Tavascan, atravesado por un bello puente medieval , y de Lladorre, encontramos lo que algunas fuentes afirman que son los restos de la antigua iglesia de Sant Simeó. Se trata de un pequeño fragmento de muro, que actualmente sirve de muro de contención para la pequeña elevación donde se alza el templo moderno de Sant Bartolomeu.


El lugar de Tavascan aparece en un documento datado entre el 1120 y el 1122 como límite de las tierras que debían defender los hombres de Cardós por orden del obispo Ot de Urgell. No es hasta un par de siglos más tarde, en 1314, que encontramos una referencia escrita de la iglesia de Sant Simeó, que consta como parroquial. No conocemos el momento en que se produjo el cambio de advocación ni el momento en que el templo románico desaparece para dejar lugar a la actual construcción. Sólo sabemos que en 1575 ya estaba dedicado a San Bartolomé y que en 1758 ya se había construido el nuevo templo, en estilo barroco.


Como ya hemos comentado, del templo románico, si es que queda algo, los restos son muy escasos. Corresponden al ángulo sureste del edificio y están fdatados a finales del siglo XI o principios del XII.


Podemos ver un fragmento del muro este y uno del muro sur, donde se abría una ventana abocinada, que aún conserva parte de la reja de hierro forjado.


Sin hacer ninguna prospección arqueológica es imposible determinar cuál era la planta del edificio, aunque podemos deducir que estaba cubierto con una bóveda de cañón, de la que se conserva el arranque en el muro sur, visible desde el antiguo cementerio, actualmente convertido en jardín con un monumento conmemorativo.


En el muro sur, tapados por la vegetación, se conservan los montantes de una antigua puerta.


Paralelo a este muro encontramos los restos de otro, que también podrían formar parte de esta edificación.


A pesar de la existencia documentada de la iglesia de Sant Simeó, no está claro que estos restos correspondan al templo. Si fuera así estaríamos ante un templo con cabecera plana o situada en un lugar diferente del muro este. Ninguno de los dos hechos es habitual a finales del siglo XI, ni encontramos elementos en el terreno que lo justifiquen. Tampoco parece normal la posición elevada de la puerta... Y si miramos el ángulo más cercano del templo de Sant Bartomeu, vemos una fábrica constructiva diferenciada del resto del templo y similar a los restos de Sant Simeó... ¿Son realmente los restos de la antigua iglesia románica o corresponden a alguna casa fuerte o castillo? Demasiadas incógnitas y que únicamente se pueden resolver con el estudio arqueológico del lugar.